Esta es la Plaza Bolívar original que ha debido conservarse para siempre; sin embargo, no ha sido así, ha prevalecido el capricho de algunos Gobernantes.
Al principio, la Plaza Mayor, era toda una cuadra empedrada, pocos árboles, limitada por las fachadas de los inmuebles construidos a su alrededor. Es a partir de su conversión en Plaza Bolívar (1869) cuando se le da la conformación de hoy, cercada con rejas y portones, pero un poco más grande, contigua con el lado occidental de la Catedral y separada de la fachada de los inmuebles por tres estrechas calles a través de las cuales podían transitar los rudimentarios medios de transporte de la época: carros tirados por bestias. La Plaza, totalmente cercada con barandas de hierro forjado y tres anchas y pesadas puertas, tenía postes y faroles, 16 bancos de madera y hierro y tres piletas de cuyo centro emergían esculturas de hechura romana con hilos de agua.
Primera intervención: Ocurrió en 1900. El piso fue embaldosado por decreto del Presidente del Estado, general Lorenzo Guevara. Las baldosas traídas de Las Antillas y las adyacentes a la peana de la estatua del Libertador estaban divididas en tres franjas y cada una de ellas correspondía a uno de los colores de la bandera nacional.
Primera intervención: Ocurrió en 1900. El piso fue embaldosado por decreto del Presidente del Estado, general Lorenzo Guevara. Las baldosas traídas de Las Antillas y las adyacentes a la peana de la estatua del Libertador estaban divididas en tres franjas y cada una de ellas correspondía a uno de los colores de la bandera nacional.
Segunda intervención: Siendo el Dr. Ovidio Pérez Agreda, Presidente del Estado, dispuso reducir el perímetro de la Plaza Bolívar a objeto de facilitar el tránsito de automóviles por la calle Bolívar que resultaba estrecha. Se le asignó el trabajo a la Herrería de Giuseppe Abatti, ubicada en la avenida El Porvenir frente a La Laguna, y quien tomó las previsiones para mantener los portones, pero una violenta decisión del Presidente del Estado culmino con su eliminación definitiva por estimar que las plazas públicas debían permanecer abierta, sin horario, para el disfrute pleno de la ciudadanía. Los portones permanecían desde entonces bajo custodia en el fondo de la casa de José Abatti Bureli, hijo del herrero Giuseppe Abatti. Hasta entonces y desde mediados del siglo pasado se acostumbraba abrir y cerrar la Plaza Bolívar de seis de la mañana a seis de la tarde por cuestión de seguridad y para evitar las deyecciones de las bestias del transporte de tracción así como la incursión de animales realengos en los jardines de la plaza.
Tercera intervención: Bajo la administración del Gobernador ingeniero Rafael Sanoja Valladares y con motivo del bicentenario del traslado de Santo Tomás de la Guayana a la angostura del Orinoco (1964), se sustituyó el pavimento embaldosado de 1900 por un piso total de granito pulido.
Cuarta intervención: Luego, durante las administraciones de los doctores Alberto Palazzi (1979-82) y Alcides Sánchez Negrón (1982-83) y con motivo del bicentenario del natalicio del Libertador, la Plaza Bolívar fue objeto de otra intervención, la cual modificó bajo protesta de los vecinos, además del pavimento, los elementos del entorno a la estatua pedestre del Libertador, bajo la justificación de hacerla más funcional. Los trabajos al costo de tres millones de bolívares estuvieron a cargo de la contratista “Gobesfra”, la misma que construyó ese adefesio o parche del Casco Histórico, llamado “Boulevard Bolívar”. El piso de granito pulido fue sustituido por bomanite liso y bomacrón tratando de sugerir la realidad del pasado y los alrededores cubiertos con laja verde extraída de las lejanas canteras del Miamo y piedras de cuarzo de la Gran Sabana. La nueva pavimentación afectó asimismo algunas zonas verdes, eliminó las tres Fuentes, reubicó y elevó la escultura de mármol que simboliza a Venezuela, reubicó los postes- faroles próximo a la peana de la estatua, los bosquecillos sustituidos por yerba rala y los tradicionales bancos boulevarderos por otros más grandes y semicirculares, fuera de contexto.
Quinta intervención: La más aberrante. El Gobernador, general Francisco Rangel Gómez (2013), ordenó pasar por sobre la Ley Nacional y Ordenanza Municipal de Protección y Conservación del Patrimonio Histórico, interviniendo varias partes de la Plaza en forma deformante por antiestética, para darle fácil acceso a las personas con problema físicos motores.
Tercera intervención: Bajo la administración del Gobernador ingeniero Rafael Sanoja Valladares y con motivo del bicentenario del traslado de Santo Tomás de la Guayana a la angostura del Orinoco (1964), se sustituyó el pavimento embaldosado de 1900 por un piso total de granito pulido.
Cuarta intervención: Luego, durante las administraciones de los doctores Alberto Palazzi (1979-82) y Alcides Sánchez Negrón (1982-83) y con motivo del bicentenario del natalicio del Libertador, la Plaza Bolívar fue objeto de otra intervención, la cual modificó bajo protesta de los vecinos, además del pavimento, los elementos del entorno a la estatua pedestre del Libertador, bajo la justificación de hacerla más funcional. Los trabajos al costo de tres millones de bolívares estuvieron a cargo de la contratista “Gobesfra”, la misma que construyó ese adefesio o parche del Casco Histórico, llamado “Boulevard Bolívar”. El piso de granito pulido fue sustituido por bomanite liso y bomacrón tratando de sugerir la realidad del pasado y los alrededores cubiertos con laja verde extraída de las lejanas canteras del Miamo y piedras de cuarzo de la Gran Sabana. La nueva pavimentación afectó asimismo algunas zonas verdes, eliminó las tres Fuentes, reubicó y elevó la escultura de mármol que simboliza a Venezuela, reubicó los postes- faroles próximo a la peana de la estatua, los bosquecillos sustituidos por yerba rala y los tradicionales bancos boulevarderos por otros más grandes y semicirculares, fuera de contexto.
Quinta intervención: La más aberrante. El Gobernador, general Francisco Rangel Gómez (2013), ordenó pasar por sobre la Ley Nacional y Ordenanza Municipal de Protección y Conservación del Patrimonio Histórico, interviniendo varias partes de la Plaza en forma deformante por antiestética, para darle fácil acceso a las personas con problema físicos motores.
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